Diosa Deméter Historia

Deméter 
Nacimiento y Rescate

Deméter era una de las deidades más antiguas del panteón griego, ella garantizaba la fertilidad de la tierra y protegía los cultivos así como la vegetación. Esta conexión cercana con la tierra fue heredada de su madre Rea, y sin duda alguna, ella era una reencarnación local de las diosas madre terrestres comúnmente adoradas en las comunidades rurales durante la edad del bronce. 

Deméter era la diosa protectora de los granos, las cosechas y la fertilidad de los campos. También era la guardiana del matrimonio , de la ley sagrada y de los ciclos de la vida y de la muerte.


Relación con Zeus 

Zeus (quien acababa de terminar su matrimonio con Temis), estaba decidido a conquistar a Deméter y encontró a está última en un campo de trigo. Deméter se transformó en una serpiente para huir de él y tratar de enconderse entre el trigo. Pero Zeus también se convirtió en una serpiente y la siguió hasta que terminó por arrinconarla en una cueva bajo la tierra. Meses después, nacería una bebé a la que Deméter llamaría Perséfone. La bebé era tan hermosa que Deméter casi perdonó a Zeus por lo que le hizo, pero aún así se negó a casarse con él. Perséfone no tardo en convertirse en la luz de la vida de Deméter.

Deméter y Perséfone 

Perséfone —nacida como Core—, hija de Zeus, dios del Olimpo, y de Deméter, diosa de la agricultura, era la deidad de la fertilidad y la vegetación. Tenía muchos pretendientes por su extrema belleza pero Deméter los rechazó y escondió a su hija del resto de dioses. Un día, cuando Perséfone se inclinó a recoger un narciso, una grieta se abrió en la tierra y Hades, dios del Inframundo, la secuestró para convertirla en su reina. Deméter se dedicó en cuerpo y alma a buscar a su hija, y abandonó sus obligaciones con la tierra. No bebió ni comió durante nueves días y noches, se vistió de negro en señal de duelo y transformó su belleza en la imagen de una madre angustiada. Cuando descubrió, gracias a Helios, que su hija estaba secuestrada en el Inframundo, desolada y llena de cólera, hizo que los campos quedarán estériles hasta que Zeus, finalmente, obligó a Hades a devolver a Perséfone, pero este solo accedió a liberarla siempre que no probara la comida de los muertos. Antes de marchar, Hades engañó a Perséfone para que comiese seis semillas de granada y como castigo, la obligó a volver cada año al Inframundo durante un mes por semilla: pasaría 6 meses en el Olimpo y 6 meses en el Inframundo. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación pero cuando estaba en el Tártaro, era estéril. Así, Perséfone, además de ser la diosa de la vegetación y de la fertilidad, se convirtió en la Reina del Inframundo; la vida contra la muerte

Deméter y Poseidón 

Perséfone —nacida como Core—, hija de Zeus, dios del Olimpo, y de Deméter, diosa de la agricultura, era la deidad de la fertilidad y la vegetación. Tenía muchos pretendientes por su extrema belleza pero Deméter los rechazó y escondió a su hija del resto de dioses. Un día, cuando Perséfone se inclinó a recoger un narciso, una grieta se abrió en la tierra y Hades, dios del Inframundo, la secuestró para convertirla en su reina. Deméter se dedicó en cuerpo y alma a buscar a su hija, y abandonó sus obligaciones con la tierra. No bebió ni comió durante nueves días y noches, se vistió de negro en señal de duelo y transformó su belleza en la imagen de una madre angustiada. Cuando descubrió, gracias a Helios, que su hija estaba secuestrada en el Inframundo, desolada y llena de cólera, hizo que los campos quedarán estériles hasta que Zeus, finalmente, obligó a Hades a devolver a Perséfone, pero este solo accedió a liberarla siempre que no probara la comida de los muertos. Antes de marchar, Hades engañó a Perséfone para que comiese seis semillas de granada y como castigo, la obligó a volver cada año al Inframundo durante un mes por semilla: pasaría 6 meses en el Olimpo y 6 meses en el Inframundo. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación pero cuando estaba en el Tártaro, era estéril. Así, Perséfone, además de ser la diosa de la vegetación y de la fertilidad, se convirtió en la Reina del Inframundo; la vida contra la muerte


Yasion

 Poco tiempo después, Deméter se enamoró de un apuesto príncipe humano llamado Yasión. Yasión era un héroe de Creta, bien educado y siempre estaba pendiente de los granjeros locales, algo que encantó a Deméter. Un día, Yasión estaba inspeccionando un campo recién arado cuando Deméter apareció bajo el disfraz de una dama mortal. Comenzaron a hablar y ambos se enamoraron. Deméter y Yasión se encontraron en los campos varias otras veces y por un par de semanas, Deméter estuvo completamente loca de amor, pero su relación terminaría de manera abrupta. En una de sus reuniones en los campos, Zeus vio desde el Olimpo como Deméter abrazaba y besaba a Yasión y este se pusó increíblemente celoso. Cuando Deméter estaba besando a Yasión, un rayo cayó del cielo y lo pulverizó, dejando únicamente un montón de cenizas a los pies de la diosa. Deméter se enfureció enormemente con Zeus y se encerró en su habitación privada en el Olimpo por meses. Cuando salió, sostenía en brazos a un bebé fruto de su relación con Yasión. Deméter llamó al niño Pluto y se convirtió en un dios menor de la agricultura, vagando por Grecia buscando a granjeros prósperos para recompensarlos por su duro trabajo con bolsas de dinero